Capítulo 4. Nido de víboras. Himmler en Madrid 2
La visita de Himmler a Madrid en octubre de 1940: contexto militar y colaboración policial
*Texto con apoyo de IA
-La abuela ha muerto -informó una aflautada voz masculina, propia de un castrati.
Esta doliente frase, en clave, desencadenó la Segunda Guerra Mundial. La pronunció un alto oficial, que había sido acosado en el colegio, por su aguda voz y su supuesta ascendencia judía.
Ese hombre fue el artífice del Holocausto y pasó a Bohemia y Moravia por las armas, hasta que fue detenido por un atentado medio frustrado, pero que le condujo a la muerte por septicemia; en Praga, en 1942.
Heydrich nunca visitó Madrid (puede que sí Barcelona, siendo cadete naval), a diferencia de su mentor Canaris, cuyas visitas merecen un capítulo aparte.
El niño acosado, sin duda, se convirtió en la serpiente alfa del nido de víboras que constituía el gobierno del III Reich.
Hay que reconocer que tenían sobrada energía, para batir a sus enemigos y, a la vez, destrozarse entre ellos.
La situación militar de Alemania en octubre de 1940
En octubre de 1940, cuando Heinrich Himmler visitó España, la Alemania nazi se encontraba en el apogeo de su poder militar. La Wehrmacht había logrado una serie de victorias fulgurantes que parecían imparables: Francia había capitulado el 22 de junio de ese año tras solo seis semanas de combate, París fue ocupada el 14 de junio sin resistencia, y los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca y Noruega habían caído bajo control alemán entre abril y junio.
Sin embargo, la situación militar alemana no era tan favorable como aparentaba, y como refleja la portada de FE que vimos en el capítulo anterior, vaticinando una destrucción total de Londres.
Entre julio y octubre de 1940 se libraba la Batalla de Inglaterra, un enfrentamiento aéreo crucial en el que la Luftwaffe intentaba destruir a la RAF para preparar la invasión de las islas británicas mediante la Operación León Marino. Los bombardeos alemanes habían sido intensos, pero la RAF resistía con tenacidad.
El 15 de septiembre, considerado el día decisivo de la batalla, la Luftwaffe perdió más de 60 aparatos sin lograr doblegar a la aviación británica.
Durante la Batalla de
Inglaterra (julio-octubre de 1940), la Luftwaffe no logró derrotar a la RAF. El
17 de septiembre, Hitler canceló indefinidamente la invasión de Gran Bretaña.
Cuando Himmler visitó Madrid a finales de octubre, esta derrota estratégica constituía un hecho consumado.
La instalación de la Gestapo en Madrid
Durante su estancia en España, Himmler alcanzó acuerdos significativos con Serrano Suñer que reforzaban la cooperación policial hispano-alemana. Como resultado de estas negociaciones, la Gestapo abrió una oficina en la embajada alemana de Madrid y el Sicherheitsdienst (SD) estableció delegaciones en cada consulado germano en suelo español. Los agentes nazis que actuaran en territorio español gozarían de inmunidad diplomática, mientras que los agentes españoles recibirían el mismo trato en Alemania y la Francia ocupada.
Paul Winzer, quien ya operaba en España desde 1936, fue confirmado como el jefe de la Gestapo en Madrid. Winzer, miembro de las SS con rango de Kriminalkommissar, había sido enviado expresamente por Heinrich Himmler para investigar a comunistas y anarquistas españoles.
Tras la Guerra Civil, Winzer dirigió un programa de instrucción para la policía política franquista y supervisó el campo de concentración de Miranda de Ebro. Su poder se extendía incluso a Portugal, estableciendo contactos con la policía salazarista.
La estructura de la inteligencia alemana en España estaba perfectamente organizada, con múltiples dependencias repartidas por toda la ciudad y una red del Sicherheitsdienst que ya había sido prevista en acuerdos firmados en 1938.
El cargo de Heydrich y su posible influencia en la visita
Reinhard Heydrich ocupaba en 1940 uno de los cargos más poderosos y aterradores del Tercer Reich. Se decía que era temido por los enemigos y odiado por sus compañeros del aparato nazi; un auténtico nido de víboras, como vimos en la introducción.
Comentar que Hitler, como Stalin, alimentaba el veneno y las rencillas en su gobierno para que sus correligionarios se destrozasen entre ello, sin que jamas escalasen los ataques a él.
Heydrich era lo que hombres como Hitler, Himmler o Goering hubieran deseado ver al mirarse al espejo, el arquetipo de guerrero ario, inteligente, calculador, temerario y cruel sin medida.
Los apelativos de "La bestia rubia" o el posterior de "Carnicero de Praga" le quedaban como un guante a medida.
Desde el 27 de septiembre de 1939 era el director de la Oficina Principal de Seguridad del Reich (RSHA), organismo que unificaba bajo su mando a la Gestapo, la Policía Criminal (Kripo) y el Sicherheitsdienst (SD).
Anteriormente había sido jefe de la Gestapo desde 1934 y del SD desde 1931. El 24 de septiembre de 1941 sería ascendido al rango de SS-Obergruppenführer und General der Polizei. Además, el 24 de agosto de 1940, apenas dos meses antes de la visita de Himmler a España, Heydrich había sido nombrado presidente de la ICPC (más tarde conocida como Interpol). encyclopedia.ushmm
Como mano derecha de Himmler y responsable máximo del aparato de seguridad nazi, Heydrich ejercía una influencia determinante en todas las cuestiones relacionadas con la cooperación policial internacional. Paul Winzer, el jefe de la Gestapo en Madrid, era considerado "un hombre de la máxima confianza" tanto de Heinrich Müller (jefe operativo de la Gestapo) como del propio Heydrich.
Aunque no hay evidencia de que Heydrich participara directamente en la visita de Himmler a España, su posición como arquitecto de la política de seguridad nazi y posterior coordinador (1/1942) de la "solución al problema judío", significaba que cualquier acuerdo de cooperación policial con España requería su aprobación o supervisión.
La relación entre Heydrich y Canaris en 1940
La relación entre Reinhard Heydrich y el almirante Wilhelm Canaris, jefe de la Abwehr (la inteligencia militar alemana), era en 1940 profundamente compleja y tensa. Ambos habían coincidido en la Marina alemana cuando Heydrich era cadete y Canaris su superior, quien incluso lo había iniciado en las labores de inteligencia.
Sin embargo, cuando Canaris asumió el mando de la Abwehr el 1 de enero de 1935, se encontró con un Heydrich convertido en un "fanático brutal" al frente del SD y la Gestapo, dispuesto a someter todo el aparato de inteligencia alemán al control de las SS. lavanguardia
Canaris y Heydrich firmaron un acuerdo en el que la Abwehr mantenía el monopolio sobre el espionaje militar en el extranjero, mientras el SD se reservaba el contraespionaje en política interna.
Sin embargo, esta división de competencias generaba continuos roces. Heydrich había orquestado purgas contra altos mandos del ejército alemán y había manipulado información para desencadenar la Gran Purga soviética de 1937, ganándose la enemistad de Canaris.
A partir de ese momento, según escribió un colaborador de Canaris, el almirante "comenzó a distanciarse de Hitler". miguelangelsanz.blogia
En 1940, la tensión entre ambos servicios era máxima. Canaris, secretamente opuesto al nazismo, utilizaba la Abwehr para proteger a judíos y sabotear discretamente la política expansionista de Hitler, incluida su oposición a la entrada de España en la guerra. Por su parte, Heydrich ambicionaba absorber completamente la Abwehr bajo el control de las SS. Esta rivalidad se mantendría hasta febrero de 1944, cuando Hitler finalmente disolvió la Abwehr tras descubrirse las actividades antinazis de algunos de sus miembros. Canaris sería ejecutado en el campo de concentración de Flossenbürg el 9 de abril de 1945, pocas semanas antes del final de la guerra. infobae

Comentarios
Publicar un comentario